domingo, 6 de abril de 2014

Anne Geddes



Como he comentado en alguna ocasión, en mi familia ya no se concibe una celebración sin una tarta decorada. Es una forma de personalizar, de que cada uno tenga su propia tarta, única y con un componente de originalidad que, por supuesto, no deja de estar supeditada a la inspiración y al tiempo del que se dispone. 

Los años van pasando, las niñas van creciendo y pronto dejaremos de lado los temas infantiles. Consciente de ello y viendo que en breve pasaremos a hacer tartas para pre-adolescentes he querido aprovechar la ocasión para recordar con este tema lo más dulce de la infancia. 

                                                  ¡¡¡MUCHÍÍÍÍÍSIMAS FELICIDADES  ANE!!!