De casta le viene al galgo...y algo de razón tendrá el refrán porque de familia de cazadores viene mi sobrino y ya lo lleva en la sangre.
Impresionante cómo un niño tan pequeño puede disfrutar tanto, cómo se levanta a horas intempestivas para ir a cazar con su padre, cómo maneja a los perros...Y es que la pasión que muestra le hace diferente. Así que cuando me pidió una tarta de Spiderman me rompió los esquemas y por un momento dudé. Pero no, tenía que ser un cazador. Dejemos a Spiderman para otro día.
¡¡¡FELICIDADES LEHENDAKARI!!!
Por cierto, la tarta le encantó.
Menuda maravilla.
ResponderEliminarImagino que quedaría impresionado, yo por lo menos si
Le encantó. Se comió el cazador y el perro. ¡Eran suyos! Los demás tuvieron que conformarse con el resto: ardillas, bellotas, árboles...
ResponderEliminarque linda
ResponderEliminarNo me puedo resistir a escribir unas lineas. Es mas que evidente la paciencia, el cuidado y sobre todo el cariño que has puesto en este trabajo. Los detalles, colores y elementos seleccionados delatan tu cercanía al mundo cinegético. Detalles como la ropa, el perro y la percha de becadas, hace que sea una autentica tarta cazador. ¡Extraordinaria!
ResponderEliminarYolanda,veo que cada vez te superas mas,aunque no sabría decirte cual es la que más me gusta porque se ve por el resultado que lo haces con mucho AMOR.Me quedo impresionada cada día mas y no se la verdad de donde sacas tiempo para hacer tales obras de arte.Me hubiese gustado ver la cara de tu sobri,me imagino que quedaría alucinado ante semejante tarta.Solo tengo que decirte: ¡TU SI QUE VALES! Un besazo y a seguir....Clara
ResponderEliminarAgradezco muchísimo tu comentario Clara. Cuando hay cariño de por medio el tiempo se saca para complacer a las personas que quieres. Son ellas y amigas como tu las que dan motivos para seguir adelante.
EliminarGracias por tus palabras, me han hecho mucha ilusión. Un beso